Aun recuerdo cuando era pequeño y mi madre cosia en la salita de casa para ganar 4 miseros duros y ayudar en la economía familiar, recuerdo sus dedos machacados con puntadas y los dedales colocados mientras yo la compañaba y escuchabamos la radio.
El bocadillo de nocilla y el tulipan, las series de Elena Francis, la música y el boletin informativo, el Parte.....
Yo escuchaba los deportes y de vez en cuando hablaban de Motociclismo, durante unos segundos escuchaba pequeñas noticias sobre motos, tan breves como mi bocata de Nocilla.
Soñaba con escuchar a un locutor contarme aventuras de motos, de viajes, de carreras, del mundo motero, pero eso nunca llego.
Un día hace ya 4 años me propuse a mi mismo hacerlo, me dieron la oportunidad y me lance, el resto ya es otra historia, se fueron juntando numerosos compañeros, mi recuerdo hoy también para todos ellos.
Desde aquellos yogures empalmados por un hilo de cuerda desde mi inocencia de adolescente, la radio fue y es mi compañera, una pasion que hoy comparto con las motos y que me llena.
Cada vez que veo un micro me infunde respeto y admiracion, saber que aunque sea solo un oyente el que esta al otro lado prestandote atencion, merece el mayor de los esfuerzos.
Seguire amando este gran invento, por mucha television digital y mil canales tematicos, nada sera nunca, como la Radio.
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