A la memoria de Esteban Oliveras
Desde que el Motociclismo existe todos tenemos nuestro ídolo, el piloto de moda o la Leyenda, el más carismático, el más rápido, son los elegidos, los protagonistas, pero que sería de ellos sin los mecánicos?
Esteban Oliveras fue un gurú, un adelantado a su época, el mecánico del más grande, de Santiago Herrero, su amigo y compañero, dos Españoles luchando en un mundial plagado de estrellas con motos mucho más potentes.
Recuerdo cuando nos conto en otro programa de Radio las mil y una peripecias de aquellos años, como subían la moto a una habitación de hotel, como minutos antes de la salida de un gran premio tenían el cigüeñal en el suelo, en fin Historias verdaderas.
Los grandes Maestros, los grandes mecánicos, los chicos de plata, de buzo azul y grasa en las manos, de gasolina en vena, de pasión sin límite.
Curiosamente Esteban Oliveras era conocido en el extranjero casi más que en su País, venerado por miles de aficionados a miles de kilómetros.Afortunadamente en estos últimos años vio cumplidos varios sueños, La plaza de Santiago Herrero en Barakaldo, la visita a la fabrica Ossa. Y aunque todo esto se me antoja poco, hay que agradecer a los aficionados que lo hicieron posible, quizás esa es la mejor herencia que estas personas nos dejen, “La lucha sin límite ni cuartel”
Pioneros de llave de bujía, en los talleres de los pueblos donde daban vida una y otra vez a aquellas motos, el vehículo del pueblo y el orgullo internacional en la competición.
En estos días, seguro que ya están afinando Motores por aquellos sitios donde seguramente nos reuniremos todos los soñadores. Y sigamos disfrutando de las carreras y las motos.Unos con Cava y Laureles, otros con Aceites y Cotones.
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